El permiso de residencia como jubilado requiere que permanezcas en el país por un mínimo de 183 días durante un año. Por lo tanto, te convertirás inmediatamente en un residente fiscal en España.
Esto significa que deberás pagar los impuestos y a los porcentajes que pagan los residentes.
De forma resumida, los impuestos que deberás pagar son:
- Impuesto sobre la renta o IRPF. Deberás pagar impuestos sobre los ingresos que obtengas en todo el mundo (no solo los obtenidos en España). El porcentaje exacto dependerá de la cantidad que ganes de forma precisa, pero fluctúan entre el 19% y el 45%.
- Impuesto sobre las ganancias de capital. De un 19 a un 23% que se aplica a la ganancia que obtienes al vender activos tales como una propiedad.
- Impuesto sobre el patrimonio. Si posees una propiedad o un activo valorado en más de 700.000 € deberás pagar del 0,2 al 2,5% de impuestos sobre ella.
El sistema fiscal español puede ser realmente complicado, especialmente si vienes de países como el Reino Unido en los que los impuestos funcionan de manera completamente distinta. Precisamente por esto, es interesante contar con un contable que te ayude a administrar tus impuestos. Te ahorrará mucho tiempo y evitarás cualquier posible complicación o incidencia legal, pudiendo disfrutar tu vida como jubilado sin problemas. Al fin y al cabo, es una obligación establecida por la ley el estar al día con tus impuestos.
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